El alma de Leopoldo y el de Sofía se conectaron porque él no tenía un hechizo de protección y el hecho de tocarla fue como una invitación, sus almas se conectaron. Hay que tener en cuenta también la potencia de la magia que allí se realizaba, tenían los elementos, eran doce brujas y el deseo era tan fuerte que hizo a Sofía más poderosa.

No había pensado en la posibilidad de que dejasen de reencarnarse, puesto que mi idea era explorar distintas historias a través del tiempo. Si tienen que morir, deberían dejar de creer en la magia o perdonarse. Desde mi punto de vista, un alma tranquila y feliz está a gusto cuando se va; un alma con asuntos por resolver (ya sea venganza o vivir su historia de amor en paz, cosa que aún no han podido hacer) siente la necesidad de seguir volviendo, de intentarlo otra vez.

Desde mi punto de vista, todos queremos un final feliz, todos tenemos sueños que queremos cumplir y, a veces, la vida (o la sociedad) no es justa. Ellos quieren tener su final feliz, siguen teniendo un propósito, aunque por el momento estén centrados en la venganza.

Magia. Es la edad que tenían cuando murieron, su alma/conciencia se despierta a la edad en la que murieron la primera vez.

La venganza nos enseña que nunca es suficiente, el mal corrompe, se alimenta de las pasiones insatisfechas.
¿Es posible alcanzar la felicidad o es una línea de meta en el horizonte a la que nunca se llega?