La pregunta de hoy es:
¿Qué tomaría para que incorpores, encarnes, aceptes, abraces tu YO ESCRITORA?
En distintas llamadas con personas que han escrito un libro y/o han publicado uno o varios libros, me sorprendo escuchando cómo aún no se creen del todo que SON ESCRITORAS.
Y en general, todas tenemos historias en donde nos hicieron dudar de nuestra identidad, apagar nuestro brillo, hacernos pequeñas para no incomodar y por eso, aún SIENDO escritoras, escribiendo o habiendo escrito, seguimos sin reconocernos.
¿Qué tomaría para que incorpore, encarne, acepte, abrace mi YO ESCRITORA?
Desde aquí, reconozco, valido y respeto que este embody, -incorporar- esa identidad, es un proceso que lleva distintos ritmos y tiempos.
Pero quiero invitarte a que empieces a percibir ese ¿qué tomaría? ¿qué se requiere? para que la experiencia que cambie por completo tu percepción de ti, llegue cuanto antes.
¿Qué tomaría para que incorpore, encarne, acepte, abrace mi YO ESCRITORA?
Solo pregunta a la energía, al universo, a ti misma, y ábrete a obtener la respuesta a tu manera.
– Coquis
La entrada de blog podría haber terminado ahi, pero sentí compartirte una anécdota personal.
Buscando entre mis imágenes, encontré una foto de hace 5 años.
El 13 de febrero de 2018 recibí una invitación, que fue la experiencia que yo requerí para dejar de reírme vergonzosamente cuando decía:
“Soy editora y tenemos una editorial. “
Ese momento, yo incorporé a mi YO EDITORA.
Y diría que ese día pasaron 3 cosas:
1. Honré a las personas pequeñas frente a mí que recibían mi conocimiento sin barreras.
- Me permití mirarme a través de sus miradas.
- Conecté con la realidad de SER adulta y estar viviendo un “lo que quiero ser de grande”.
En ese entonces, Mar y Juanjo de arbolduo y Nuria Gibert tenían la Escuela de Artes de La Casa Despierta en Sevilla.
Me pidieron que les diera una sesión por Zoom a su grupo de peques de distintas edades que estaban trabajando para CREAR un libro como proyecto final del año.
Ese fue el año que co-creamos El Libro Laberinto y otras rarezas de la Escuela de Artes de La Casa Despierta. Un proyecto con un número concreto de unidades que recopilaba todas las piezas de arte de ese año, hacía saltos entre páginas y tenía juegos, conjuros y material para peques y adultos.
En la reunón por zoom1. Honré a las personas pequeñas frente a mí que recibían mi conocimiento sin barreras.
Recuerdo perfecto el momento en que fueron entrando uno a una a la sala y colocándose en el suelo.
En mi expectativa mental, pensé que vendrían a jugar, que quizá se distraerían con alguna cosa, quizá me escucharían pero poco y pronto la hora terminaría habiendo pasado un momento agradable y ya está.
Pero no fue así.
Cuando me di cuenta de que estos peques se habían preparando para tener una reunión con UNA EDITORA.
Una adulta, editora, cuyo trabajo era crear libros.
Sentí que se requería de mí, una seriedad y profesionalidad del más alto nivel.
Yo debía honrar mi tiempo, su tiempo y contestar a cada una de sus preguntas con la mayor información y cercanía posible.
En esa sesión, ellxs sabían que yo les iba a explicar todo el proceso desde que el libro es una idea hasta que lo tienen en las manos, para que comprendieran el paso a paso, plantearan sus preguntas y tomaran decisiones de cómo ellxs lo iban a llevar a cabo.
2. Me permití mirarme a través de sus miradas.
¡Estos peques respetaron cada instante del tiempo de la reunión!
¡Venían preparadxs con sus libretas para tomar notas y responder sus preguntas!
¡Y tenían la certeza de que ese año íbamos a co-crear un libro!
Lxs adultxs sabíamos los pasos para materializar ese sueño y lo ibamos a consegir JUNTXS.
No dudaron ni un segundo de mi capacidad, de mi identidad y de mi sabiduría.
Y poder mirarme a mí misma con esa certeza, transformó mi vida por completo.
- Conecté con la realidad de SER adulta y estar viviendo un “lo que quiero ser de grande”.
Jamás, había tenido una reunión en donde se me escuchara con mayor respeto y seriedad por mi conocimiento.
Conecté con mi yo niña, mirando a mi yo adulta.
De pronto esa pregunta que tantas veces me habían hecho: ¿Qué quieres ser de grande?
Tomó forma.
Quizá jamás contesté: “De grande quiero ser editora, escritora o crear libros.”
Pero tomé consciencia de que YA SOY GRANDE, por lo menos más grande que estos peques.
Sé leer, escribir, editar y materializar libros.
Y puedo honrar mi sabiduría, mirarme con los ojos serios de una peque que confía en mi Yo adulta y SER esa editora que sabe cómo hacer sueños realidad.
Aunque esos peques me agradecieron profundamente mi tiempo y conocimiento para responder sus dudas, quien recibió un regalo invaluable fui yo: ese fue el día en que encarné mi YO Editora.
¿Con esto quiere decir que tengas que hablar con un peque o un grupo de peques de que ERES ESCRITORA? Pues no lo sé… quizá, percibe la energía.
Yo, como siempre te comparto mi experiencias con la intención de inspirarte y abrirte a tener
TU PROPIA experiencia, a tu manera, en tu momento ideal.
Te mando un beso enorme!!!