La vergüenza, es una mezcla compleja de emociones e ideas que se sienten con gran potencia en el cuerpo. Se nos enrojece la cara, se nos acelera el corazón, nos sudan las manos, sentimos falta de aire e incluso mareo y unas ganas tremendas de desaparecer.
Aunque todxs la sentimos, la vergüenza es algo que no solemos identificar con claridad. Pero en mi experiencia, verla, reconocerla, nombrarla y trabajar sus distintas capas, cambió por completo mi forma de comunicar y de estar en el mundo. Y fue lo que me permitió publicar mi primer libro.
En este post, voy a compartirte los 5 conceptos que conforman la vergüenza según el enfoque Relacional Integrativo de Richard Erskine, con el objetivo de poder nombrar la vergüenza e identificar si ésta está bloqueando tu proceso de escritura, materialización, publicación o venta de libro.
Allá vamos.
1. Miedo.
Lo primero que podemos identificar debajo de la vergüenza, es el miedo profundo. Pero no es un miedo en el que nuestra vida corra peligro, aunque el cuerpo lo vive así. Por eso es un miedo importante de escuchar.
El miedo detrás de la vergüenza es el miedo a no ser aceptada por ser quien soy.
Es posible que durante la vida, hayamos pasado por distintos momentos en que hayamos sido rechazadas, ignoradas o incluso ridiculizadas por compartirnos de manera auténtica.
Y es la acumulación de MUCHAS de estas experiencias, lo que nos hace sentir miedo a volver a experimentarlo.
El miedo está ahí para protegernos, pero llega un momento en que nos escondemos detrás del mismo y eso nos impide dar el siguiente paso.
¿Lo identificas?
Sigamos…
2. Dolor y Tristeza.
Pasar por las experiencias de rechazo o ridiculización por ser quienes somos, por mostrarme como somos o por comportarnos de la manera espontánea, DUELE, ¡y DUELE MUCHO!
Seguro que si nos tomamos unos segundos para dejar que el cuerpo recuerde, encontraremos memorias guardadas de momentos en donde nos hemos sentido rechazadas, en donde se han burlado de nosotras o de lo que contamos, o en donde la reacción a algo que hayamos dicho o hecho nos ha llevado a querer escondernos.
Si viajaste a esos momentos, sé que duelen MUCHO pero abre los ojos, respira y observa como ya no estás ahí aunque aún duela.
3. Complacencia.
Te decía que la vergüenza es una mezcla compleja de emociones e ideas ¿verdad?
La teoría de R. Erskine dice que somos seres relacionales, buscamos estar en relación y es a través de la relación que satisfacemos nuestras necesidades y nos encontramos bien.
Mantenernos en relación es nuestra prioridad como seres humanos y es por eso que somos y seríamos capaces de “dejar de ser quienes somos, y empezar a ser lo que se espera que seamos”.
Y cuántas de nosotras habremos tomado esa decisión temprana.
A eso, le llamamos complacer/complacencia. Es un término que se usa en psicoterapia para definir esos comportamientos que vienen de la decisión interna, muchas veces inconsciente, de: “Como soy rechazada por ser quien soy, seré eso que se espera de mí. Así seré aceptada y perteneceré a este grupo, me mantendré en relación.”
Y en realidad es que cuando somos pequeñas, necesitamos estar en relación para sobrevivir. Así que es lógico que hagamos lo que sea necesario para conseguirlo. Incluso, escribir ese libro que siempre me han dicho que yo debería escribir porque soy muy buena escribiendo.
Sin haberme siquiera planteado ¿quiero escribir un libro? y si la respuesta es Sí, ¿qué libro en verdad me apetece a mí escribir?
Por eso este punto 3 es clave.
4. Rabia / Enojo.
Ya sentimos el miedo a ser rechazadas, el dolor y la tristeza de no ser aceptadas por ser quienes somos y además, dejamos de ser y comportarnos naturalmente para complacer y fingir ser alguien que no somos.
Eso, aunque a veces no nos lo permitamos sentir, genera MUCHO ENOJO y resentimiento.
¿Te suena esa furia que se nota en un rostro enrojecido?
Interesante, ¿verdad?
Identificar que detrás de la vergüenza, en realidad hay MUCHO enojo reprimido para mí fue fundamental.
El enojo fue lo que me llevó a escribir mi primer libro.
El enojo orientado es la energía de la vitalidad, de la acción, de la destrucción para la construcción de algo nuevo.
Pero antes de eso, el enojo era una emoción que no me permitía sentir y mucho menos expresar.
Creía que el enojo era violencia, cuando en realidad puede haber “enojo desde el contacto”.
Un enojo que es la expresión de lo que no quiero y no me gusta y por tanto, trae claridad de lo que sí quiero y sí me gusta.
Es algo tan natural como el llanto de un bebé que nos dice: “tengo frío, hambre, sed, y no me gusta”.
Pero aquí estamos hablando de una sensación de enfado y de rabia por no poder SER quienes somos, por no ser aceptadas por ser quienes somos y no poder expresarnos en libertad.
Conforme nos permitamos sentir y expresar este enfado, podremos ir avanzando en la conexión interna con nuestro SER y expresarnos con mayor autenticidad y cada vez menos miedo al rechazo.
Podremos contar las historias que hemos venido a contar y revitalizarnos haciéndolo.
Para terminar, algo que me parece fundamental, es que debajo de TOOODAS estas sensaciones y emociones, hay una idea base, una creencia que es la que nutre todo lo anterior.
5. Creencia “hay algo malo en mí”.
Cuando en realidad no lo hay. De verdad.
Todo el trabajo de identificar, nombrar, sentir, expresar y liberar esa vergüenza y todos sus componentes, nos lleva a una decisión que tomamos en algún punto de la vida y que con cada momento de incomodidad y vergüenza, se refuerza.
Ese ser ignorada, rechazada, burlada, criticada de pequeña (y de adulta), en muchas repetidas ocasiones, nos hace sentir y creer: “debe haber algo malo en nosotras”.
Y esa creencia de base es la encargada de que muchas veces nos escondamos, no nos atrevamos a contar nuestra historia, nos sintamos incómodas compartiendo nuestro brillo, no publiquemos en redes sociales, no compartamos nuestro mensaje y nos cuestionemos si alguien leerá nuestras palabras … en pocas palabras: bloqueemos todo ese potencial de éxito que podemos tener al escribir, materializar y publicar nuestros libros.
Esto es simplemente una manera de mirar la vergüenza que a mí me ha servido MUCHO y que por eso comparto con las autoras que acompañamos. Mis propios resultados trabajando la vergüenza en diferentes capas, puedes verlos en mi presencia en redes sociales.
Yo era muy vergonzosa y no me atrevía ni a salir en fotos, ahora paso a paso, me atrevo más y sobre todo, me permito salir siendo más y más Yo y a mi manera. Y eso es algo que me encantaría que todas las personas y sobre todo las autoras que nos leen pudieran hacer, pero tiempo al tiempo.
Ya seas autora con una idea, autora en proceso de materialización, autora publicada o autora auto publicada puede que la vergüenza sea eso que no sabes qué es pero que te está bloqueando.
Por eso, espero que te haya resultado interesante y útil este post, y me encantaría saber, ¿a qué tomas de consciencia llegaste? y si te sentiste identificada.
Te leo y contesto en los comentarios
Un besote,
– Coquis